Cómo disciplinar a un niño de manera efectiva sin azotes
Es posible que haya escuchado que los niños de azotes residen en una mayor agresión e incluso pueden llevar a otros problemas, como el desempeño académico deficiente y la baja autoestima. Más importante aún, los azotes no son efectivos. Pruebe otras formas de disciplina para determinar qué funcionan mejor para su hijo y apuntan a ser claros y consistentes. Con el tiempo, descubrirá que hay muchas mejores formas de enseñar a su hijo la obediencia.
Pasos
Método 1 de 3:
Estableciendo consecuencias con su hijo1. Dejar que la naturaleza siga su curso. Las consecuencias naturales son aquellas que ocurren como resultado directo del niño que rompe una regla. Debe hablar con su hijo sobre estas consecuencias y ayudarles a hacer la conexión entre la causa y el efecto. Con su ayuda, pueden procesar el incidente y aprender sus lecciones. En estos casos, no se requiere una intervención parental para que un niño aprendiera su lección.
- Digamos que le pedimos a su hijo que no tome su juguete favorito cuando visite a la familia. Lo hicieron y accidentalmente lo dejaron atrás. No tener el juguete es la consecuencia, no es necesario más corrección. Si el niño pierde algo, se preocupan porque no siguieron las reglas, es más probable que cumplan en el futuro. Para cementar la lección, no se duerren para obtenerlo o hacer un viaje especial. Haga que el niño espere hasta la próxima vez que lo visite o le enseñe las habilidades de resolución de problemas diciéndoles que tendrán que encontrar una manera de recuperar el juguete.
- Otro ejemplo es el niño que golpea a un amigo y el padre del amigo ya no les pide que vinieran. Este resultado enseña al niño que golpea es inapropiado y puede obstaculizar a sus amistades.
2. Vincule la consecuencia con el mal comportamiento siempre que sea posible. Algunos casos de mala conducta incluyen la consecuencia o la restitución como parte de la resolución de la situación. Las consecuencias lógicas son aquellas que siguen de manera realista cuando las reglas se rompen, deben estar vinculadas al mal comportamiento. En estos casos, la disciplina debe venir como un reflejo directo de sus acciones.
3. Ofrecer opciones para corregir comportamientos indeseables. A los niños les gusta poder tomar sus propias decisiones porque les ayuda a ejercer algún nivel de independencia. Las opciones también ayudan a los niños a aprender a desarrollar gradualmente sus propias habilidades de resolución de problemas. En lugar de gritarles por mal comportamiento, ofrecen opciones claras.
4. Correcto mal comportamiento cumpliendo con la necesidad subyacente. Presta atención a por qué su hijo está actuando. A continuación, vea si puede diseñar un plan para corregir el comportamiento al tiempo que les ayuda a satisfacer sus necesidades.
5. Crear un sistema de puntos para disminuir el comportamiento indeseable. Ponga un gráfico en su hogar o use un frasco para representar visualmente el comportamiento de su hijo. Si se portan mal, pueden obtener un punto en la tabla o un mármol entra en el frasco. Una vez que alcancen una cantidad predeterminada, se pone en su lugar una consecuencia.
Método 2 de 3:
Creando oportunidades para el buen comportamiento1. Use un refuerzo positivo para aumentar el buen comportamiento. Otra forma efectiva de ayudar a su hijo a obedecer es alabarlos o recompensarlos cuando se comportan adecuadamente. Cuando ves a tu hija comiendo su comida en lugar de arrojarla, digamos: "Mindy, me encanta cómo estás comiendo y usando buenas modales de mesa. Mantén eso y ganarás tu postre favorito!"
- Los expertos creen que el refuerzo positivo, como los elogios y las recompensas, es mucho más efectivo que una consecuencia. En lugar de conferenciar o retener privilegios cuando ocurre un comportamiento indeseable, sugieren ignorarlo y solo prestar su atención cuando su hijo se está comportando adecuadamente. El objetivo es que el niño haga más comportamientos positivos para obtener más atención. Esto anima al niño a comportarse bien, dejando menos oportunidades para la mala conducta.
- Por ejemplo, el padre podría ignorarlo cuando su hijo arroja comida, pero yacía en el alabanza cuando comen como deberían.
2. Establezca las reglas claras para ayudar a su hijo a saberlo desde lo malo. Si su hijo lo sabe y entiende lo que se espera de ellos, es menos probable que rompan las reglas. Siéntate con su hijo y explique las reglas de su familia. Mantenga las reglas claras, simples y consistentes. Además, hágales conscientes de cualquier consecuencia, como si se rompen las reglas, ganando puntos en un gráfico. Al disciplinar al niño, discutir la regla, su consecuencia y cómo el niño puede hacerlo mejor.
3. Enseñar al niño a responsabilizarse. Es importante que su hijo aprenda a seguir las reglas incluso cuando nadie está mirando. Resistir la necesidad de micromagen el comportamiento del niño.
4. Sé consistente a través de cuidadores, situaciones y niños. Mantenga las mismas reglas y las mismas consecuencias dentro de su hogar para ayudar a su hijo a establecer normas de comportamiento. De esa manera, saben qué hacer, y qué pasará si no cumplan.
5. Proporcionar a los puntos de venta que liberen energía. Algunos niños tienen candidaturas de energía y se meten en problemas porque no saben cómo canalizarlo de manera efectiva. Dale a su hijo muchas oportunidades para mover sus cuerpos y trabajar sus mentes. Serán menos propensos a portarse mal, como resultado.
Método 3 de 3:
Pegando a su plan1. Establecer una intención firme. Haz un compromiso contigo mismo que usarás otras formas de disciplina además de azotes. Poner un plan claro con alternativas. Centrarse en esta intención diariamente, escríbalo y visualizarlo.
- Por ejemplo, usted podría indicar, "No voy a azotar a mi hijo. En su lugar, proporcionaré opciones, use consecuencias naturales / lógicas, y un refuerzo positivo para ayudar a que mi hijo se comporte adecuadamente."
- Tener una clara intención de la forma en que desea manejar la disciplina puede ayudarlo a elegir una técnica más apropiada en el calor del momento.
- También puede hacer público su intención al compartirlo con familiares, amigos y otros padres de apoyo. Pídales que lo sostengan responsables.
2. Obtenga a su pareja o co-padre a bordo. Si está criando con otra persona, siéntese y discuta su intención de no usar azotes como una forma de disciplina. Comparte lo que has aprendido sobre otras técnicas disciplinarias más efectivas. Escenarios de juego de roles y tienen una discusión abierta sobre cómo ustedes dos pueden manejar problemas de comportamiento comunes sin golpear.
3. Asegúrate de que la familia y los amigos estén cumpliendo las mismas reglas. Es probable que su hijo pase tiempo bajo el cuidado de otros adultos, y es importante que sigan con sus reglas. Por ejemplo, si su hijo no tiene permitido jugar videojuegos violentos, entonces querrá asegurarse de que otros cuidadores no los dejen jugar los juegos. Si el niño puede a veces romper las reglas, entonces será más difícil lograr los comportamientos positivos que desea.
4. Gestiona tu propio estrés. La crianza es un desafío, e incluso los planes más establecidos pueden caer al camino cuando estás frustrado o molesto. Activamente manejar el estrés y las emociones negativas, para que puedas pensar objetivamente cuando disciplinan.
Practicando la disciplina tranquila
Frases para usar para disciplinar a un niño
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