Cómo diagnosticar la hemofilia
La hemofilia es un trastorno genético en el que la sangre de una persona no se cobra debido a la falta de proteína de coagulación. A menudo se transmite de los padres a los niños, pero puede ocurrir por sí solo debido a una mutación genética. La hemofilia a menudo se diagnostica durante la infancia. Si usted o su hijo están sangrando excesivamente, y ese sangrado tarda mucho tiempo en detenerse, entonces la hemofilia puede ser la causa. Para diagnosticarse adecuadamente, deberá evaluar los síntomas y los factores de riesgo y luego vaya a un profesional médico para realizar pruebas médicas.
Pasos
Parte 1 de 3:
Identificación de signos de hemofilia1. Identificar problemas con el sangrado excesivo y la falta de coagulación. El principal síntoma de la hemofilia es que tiene un tiempo difícil de cobrar después de comenzar el sangrado. La coagulación no suele ocurrir instantáneamente, pero si tiene un corte pequeño o una pequeña hemorragia, debe comenzar dentro de unos minutos. Si parece que no puede obtener un pequeño corte para detener el sangrado, entonces puede tener hemofilia.
- Para obtener un corte a parar de sangrar, Aplicar presión con un vendaje estéril. Una vez que el sangrado se ralentiza, no retire el vendaje. Simplemente continúe la presión y mantenga el vendaje para que el coágulo no se saque la lesión.
2. Piensa en los factores de riesgo genético. Dado que la hemofilia es un trastorno genético, generalmente se transmite de los padres a los niños. Si tus padres tienen hemofilia, tienes mayor riesgo de conseguirlo. Además, la hemofilia ocurre en los machos más a menudo que en las mujeres.
3. Descarte otros factores que podrían adelgazar la sangre. Hay algunas razones por las que puede sangrar mucho que no tienen nada que ver con la hemofilia. Antes de asumir que tiene esta condición, debe descartar otras causas posibles.
Parte 2 de 3:
Obtención de un diagnóstico profesional1. Haga una cita con su médico. Si le preocupa que pueda tener hemofilia, entonces debe consultar con su médico al respecto. No solo asuma que puede administrar un poco de sangrado excesivo por su cuenta. La hemofilia debe gestionarse médicamente, así que obtenga un diagnóstico profesional y un plan de tratamiento.
- La hemofilia puede ser una condición muy grave, por lo que cuando llame para que la cita le indique al personal médico lo que cree que está pasando. Deben llevarte a ver al médico relativamente rápido.
2. Discutir la condición con su médico. Explique sus síntomas y por qué cree que podrían estar conectados a la hemofilia. Prepárate para discutir otras posibles razones para el sangrado excesivo con su médico.
3. Tener pruebas realizadas. Si su médico piensa que está justificado, habrá hecho las pruebas para evaluar la rapidez con la que sus coágulos de sangre, cuál es su nivel de factores de coagulación, y si tiene factores de coagulación como todos. Las pruebas mostrarán si tiene hemofilia, qué tipo tiene, y qué tan grave es.
Parte 3 de 3:
Viviendo con hemofilia1. Obtener el tratamiento adecuado. Una vez que haya sido diagnosticado con hemofilia, deberá obtener tratamiento para la enfermedad. La hemofilia puede causar un sangrado excesivo fuera y dentro del cuerpo, por lo que el tratamiento es importante para su salud.
- El tratamiento principal para la hemofilia es la terapia de reemplazo. Este es un proceso en el que se procesa la sangre humana de los donantes y ha eliminado sus factores de coagulación. Estos factores de coagulación se colocan luego en el torrente sanguíneo del hemofílico.
- La terapia de reemplazo se puede hacer de forma regular para evitar el sangrado en personas con hemofilia severa. También se puede usar una vez en un tiempo para detener el sangrado en personas con condiciones menos severas.
2. Hacer cambios en el estilo de vida. Una vez que le diagnostican hemofilia, es importante que realice cambios en su estilo de vida que evite problemas de sangrado. Además del tratamiento, deberá evitar las actividades que podrían causarle daño corporal y evitar los medicamentos y los alimentos que podrían promover el sangrado.
3. Monitorear la condición. Siga el plan de tratamiento de su médico, incluido la terapia de reemplazo y asegúrese de obtener atención médica y monitoreo regulares. Si tiene hemofilia, es importante que se mantenga al tanto de su condición, en lugar de ignorarlo y esperar que salga por su cuenta.